La granja de producción de energía eólica más grande del mundo, Thanet, acaba de inagurarse a poco más de once kilómetros de las costas de Kent, en Reino Unido.
Cubre un área de aproximadamente 35 kilómetros cuadrados, cuenta con 100 aerogeneradores y sus 300 megavatios (MW)de capacidad generarán energía para suministrar a 200.000 hogares de electricidad limpia cuando el viento sople a toda vela y los motores funcionen a pleno rendimiento.
Pero, señalan los expertos, todo tipo de energías, incluso las renovables, tienen un costo para el medioambiente. Es decir, en menor o mayor medida, todas contaminan.
Ese costo puede dividirse en dos partes fundamentales que varían en función de cada tipo de tecnología, sea esta eólica, solar o marina. Por una parte están las emisiones de carbono que producen el material y los componentes al construirse sus instalaciones. De otra parte está su impacto en el medio ambiente y en los ecosistemas dónde se sitúan.
"Por el momento no existe ninguna tecnología que no contamine nada, en todos los casos se necesita material que produce emisiones de carbono, así que siempre va a haber un costo medioambiental", explica a BBC Mundo Jeff Hardy, director de transferencia de conocimiento del Centro de Investigación en Energía en el Reino Unido (UK Energy Research Centre, UKERC).
Un reciente estudio de la Universidad de La Rioja, en España, realizó un análisis del impacto de un tipo de aerogenerador, el Gamesa G8X de 2 megavatios, uno de los más utilizados en los muchos parques eólicos que existen en España en tierra firme.
Y descubrió que el tiempo que le lleva a amortizar el costo medioambiental se produce exactamente a los 153 días, es decir, unos meses después de comenzar una vida útil que normalmente se extiende durante 20 años.
Ciclo de vida
"Estudiamos básicamente todas las fases de ciclo de vida, desde que se extrae el material de la torre, se construye, se instala, a lo largo de su funcionamiento y hasta que pasados 20 años vas a desmantelar esa torre y a reciclar el acero u otros materiales que no son reciclables", explica a BBC Mundo Eduardo Martínez Cámara, autor del estudio de La Rioja y responsable de Investigación y Desarrollo en el Grupo Eólicas Riojanas.
EN CIFRAS
- En Reino Unido las centrales eléctricas son el mayor responsable de las emisiones de carbono y producen 170 millones de toneladas de CO2 cada año.
- Un sólo aerogenerador moderno podría ahorrar unas 4.000 toneladas de CO2 según cifras de la Asociación Británica de Energía Eólica
- Se estima que el parque eólico de tamaño medio habrá pagado el peaje de su costo medioambiental entre 3 y 5 meses después de su entrada en funcionamiento
- Existen 250 granjas eólicas en Reino Unido
- 13 de ellos son parques marítimos
- En total operan 2009 aerogeneradores con 1341 megavatios de capacidad instalada
En realidad al final de su vida útil, un aerogenerador de este tipo habrá producido 47,14 veces la energía necesaria para fabricarlo.
No está mal si se compara con los paneles solares que producen unas 16 veces la energía que requirió montarlos en lugares muy soleados como Sevilla, en el sur de España, o 12 veces si se encuentran situados en los tejados más acostumbrados al gris de Edimburgo, en Escocia, según las cifras de un informe de la Agencia Internacional de Energía y la Plataforma de Tecnología Fotovoltáica Europea.
En el caso de los aerogeneradores que se sitúan en parques marítimos el costo medioambiental sería mayor, ya que son de mayor tamaño -115 metros los de Thanet- y esto conlleva una mayor dificultad de asamblaje, transporte e instalación. En el mar se utiliza, además, una cimentación más firme y los materiales están cubiertos de más sustancias químicas para evitar la corrosión del mar.
Pero aún con todo la energía marina sería más rentable desde el punto de vista ecológico que la solar. Esta aparece como una de las energías renovables menos limpias "seguramente por los materiales que utilizan, se usan metales muy caros y raros, como el telurio u otros materiales exóticos y hay que buscar mucho en la minas para encontrarlos. También se utilizan muchos más químicos y hay más riesgo medioambiental", explica Hardy.
Impacto menor
Pero en cualquier caso hay que poner las cosas en perspectivas. Los aerogeneradores también tienen su impacto ambiental, pero éste puede llegar a ser un 89% o 99% menor, dependiendo de los casos, que el derivado de producir la misma energía a través de centrales de generación eléctricas convencionales.
"Su impacto es mucho menor del que puede tener cualquier otra tecnología, tanto de las renovables como las centrales convencionales eléctricas de generación porque durante su vida útil los aerogeneradores no consumen ningún combustible y por lo tanto se reducen bastante las emisiones", explica Martínez Cámara.
"Una vez que el aparato está en funcionamiento sólo habría costos ecológicos si se reemplazan algunas de las palas", añade.
Ecosistema
Por otro lado está el impacto en los ecosistemas.
¿De qué depende? Pues como siempre suele ocurrir en estos casos no hay una respuesta única. Cada parque eólico marino tendrá un efecto en función de sus características y su situación.
DESVENTAJAS DE LAS RENOVABLES
- Su naturaleza intermitente supone el mayor problema: no siempre hay viento, sol o se forman olas
- Por el momento no se puede almacenar la energía que producen en horas punta de viento o de gran actividad hidraúlica o solar
- Problemas de conversión del tipo de electricidad generada a la toma corriente
- Alto precio debido a que se encuentra en proceso de desarrollo y todavía no se han comercializado a gran escala
- Algunos dicen que las instalaciones no son estéticamente bonitas.
Por eso cada empresa está obligada por legislación a realizar una evaluación del impacto medioambiental que tendrán sus instalaciones.
Sin embargo aunque existen casos prácticos y las primeras granjas eólicas instaladas en países como Alemania, Dinamarca y el Reino Unido cuentan con más de diez años de antiguedad, la investigaciones científicas realizadas hasta la fecha no se han enfocado en conocer el verdadero impacto en los ecosistemas, si los cambia o los transforma, para bien o para mal, y el impacto socioeconómico para la región en la que se sitúan.
"La industria eólica marina está realizando progresos para entender el impacto de los desarrollos en la biodiversidad marina. Sin embargo hay una necesidad cada vez más urgente de entender mejor los costos socio económicos y los beneficios para otros usuarios del mar, como los pescadores, que puedan resultar del desarrollo de granjas productoras de energía, algo en lo que nosotros estamos trabajando", explica a BBC Mundo Anne Linley, del Laboratorio Marino de Plymouth, en Reino Unido.
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